Hay Atleti
para rato
El equipo colchonero suma su sexta victoria consecutiva en Liga y se sitúa colider junto al Barcelona. Falcao vuelve a marcar e iguala a Messi y Cristiano en la lucha por el Pichichi
Se anunciaba partido de
gran calidad en el Vicente Calderón. A orillas del Manzanares los dos equipos
guiados a ser la alternativa de Madrid y Barça en la Liga, se enfrentaban en un
duelo que prometía buen fútbol y muchas emociones. El segundo y tercer
clasificado, Atlético de Madrid y Málaga respectivamente, se peleaban por dar
una golpe de autoridad en la clasificación y el ambiente en el estadio
colchonero era inmejorable para la gran cita.
Si bien es cierto que
este año da gusto ver jugar al Atlético. La intensidad, el compromiso, las
ganas y la lucha que tanto se han echado de menos en el bando rojiblanco
durante muchos años, desde la llegada del Cholo Simeone son principios básicos
y necesarios para todo aquel que conforma el equipo. En otras palabras, hay que
dejarse la vida en cada partido y, lo que es más importante, por el escudo y la
camiseta que defienden.
Tan aprendido tienen
los chicos de Simeone esta lección que da igual quién sea el jugador al que le
toque jugar y la posición en que lo haga. Ayer era el turno de premiar la labor de Emre en los partidos europeos y de seguir con el proceso de recuperación de
Adrián quien dio muestras de estar volviendo a ser lo que todos los colchoneros
ya conocen. Salió el equipo, una vez
más, a comerse el encuentro, a hacerse dueños de un partido en el que se
jugaban algo más que tres puntos. Así en el minuto 5, mientras el Málaga estaba
todavía instalándose, un taconazo de Filipe habilitaba a Emre y éste servía un
centro maravilloso para que Radamel Falcao, adelantándose a Monreal, hiciese lo
que mejor sabe hacer, testarazo y para dentro. 1-0 y a la búsqueda del segundo.
No sacó más provecho el Atlético de su dominio inicial aunque ocasiones no le faltaron. Falcao había dispuesto de un par de jugadas más, una de ellas quedándose sólo ante el portero, pero el árbitro, mención aparte en el día de ayer, se encargó de señalar sendos fuera de juego inexistentes. A todo esto el Málaga se acordó de que también jugaba el partido y empezó a venirse arriba. Pellegrini había decidido que en la noche de ayer el delantero elegido sería Roque Santa Cruz, cosa que no le salió mal al entrenador chileno ya que a diez minutos para el descanso, Monreal ponía un pase desde la banda izquierda para que el jugador paraguayo pusiera las tablas en el marcador.
La segunda mitad empezó
igual que había empezado el encuentro, con un Atlético peleón y entregado a
conseguir la victoria. La entrada del Cebolla dio otro empuje a los del Cholo y
Raúl García a las jugadas de estrategia. Por su parte, el conjunto malacitano
también movía piezas, entraban Saviola, Portillo y Recio quienes parecieron
darle un poco de aire fresco a su equipo y así llegaron los mejores momentos
del Málaga. Se acercaron con peligro durante un arreón que les duró diez
minutos y que bien pudo darles la victoria pero el conjunto madrileño no se
achicaba. Podía suceder cualquier cosa pero la fe inquebrantable de los
rojiblancos declinó un partido que merecían ganar por actitud e insistencia. En
el último minuto del tiempo reglamentario, una falta botada por Gabi era
cabeceada por Mario Suárez para que entre Wellington y el Tigre Falcao el cuero
acabara dentro de la portería que defendía Willy Caballero. Victoria sufrida y
tres puntos más.
Todavía no queda claro
quien metió el segundo gol pero lo que si es seguro es que sin la perseverancia
e insistencia de Falcao aquello no hubiera supuesto el gol. Quizá deberían
atribuirle el gol a la grada, esa que volvió a llevar al equipo en volandas,
que animó hasta quedarse sin aliento y que se ilusiona viendo el coraje y las
ganas que el equipo echa en cada encuentro. Esa grada compuesta por miles de aficionados que ven que este año la suerte les sonríe y que, aunque no ganen la
Liga, van a dar mucho que hablar.
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